martes, 11 de junio de 2013

Artículo de Opinión: ¿Cómo desarrollar una lectura por gusto en los alumnos?

¿Cómo hacer que los estudiantes lean? ¿Cómo hacer que lean, pero por gusto? Estas son interrogantes que aún hacen eco en los docentes, y su respuesta no es nada de fácil. Difícilmente se encontrará un método o técnica universal y única para impulsar el gusto por leer, pero a mi parecer existen ciertos lineamientos que como profesores debemos tomar en cuenta a la hora de abordar esta problemática.

La mayoría de los alumnos hoy en día muestran poca motivación por leer un libro. Incluso si es para una prueba, examen, o trabajo evaluado. No les llama la atención la temática, les aburre el sólo hecho de leer, no les motiva el libro impreso en papel, el tamaño de la letra, o simplemente dan como verdad absoluta que el leer es aburrido o es sólo algo reservado para futuros estudiantes de lenguaje o literatura, y no le ven un fin productivo real al acto de leer. Entonces, si ya es complicado hacer que los alumnos lean en el ámbito y contexto académico, más aún lo será si queremos impulsar la lectura sólo por gusto.

Pero no es algo imposible. Aún hay esperanzas. Y eso constituye gran trabajo y responsabilidad docente. Un punto que podemos cuestionarnos si vemos a alumnos que no leen por motivaciones externas o internas, es si como docentes hemos sido un modelo lector para los alumnos, es decir si hemos contagiado esa pasión por el leer, ese entusiasmo que muestra el leer como una actividad necesaria para el diario vivir, y sobre todo el leer cosas que nos gustan y nos interesan. Hay que intentar germinar ese concepto en los estudiantes y demostrarles que ellos también tienen gustos, aficiones e intereses que pueden alimentar leyendo.

Otro punto que puede ayudar a desarrollar el gusto lector, es desmitificar el concepto de leer sólo con fines académicos o evaluados. Como docentes podemos generar en el aula espacios en los que los alumnos lean las cosas que a ellos les interesan, sin que una nota sea condicionante de tal proceso. Espacios previamente planificados, sistemáticos.

Un aspecto relevante es el soporte en donde se encuentra el contenido que se lee. El formato del libro tradicional, impreso, sólo con letras y más letras, no atrae a los estudiantes de hoy en día por muy motivante que resulte la temática, los personajes o la trama del libro. Por esto se podría buscar otras alternativas más llamativas para los alumnos de hoy en día, como leer en otros soportes; i-pad, libro interactivo, revistas de cómics, textos que contengan imágenes, etc.

Esto sin embargo no necesariamente asegura que nuestros estudiantes desarrollarán el leer por gusto. Como docentes debemos ayudar a los alumnos a construir las herramientas de sus placeres, y no obligarlos a sentirlos. Enseñarles a reconocer sus motivaciones y principalmente intereses que mueven sus vidas, y con ello acercarlos al ámbito de la lectura placentera.

Como profesores debemos estar conscientes de los desafíos que implica el desarrollar hábitos lectores en los alumnos. Ser capaces de percibir si los estudiantes primeramente tienen estos hábitos, y desde ahí sentar las bases para desarrollar la lectura por gusto en ellos, sin hacer caso omiso a sus necesidades, intereses, motivaciones, contextos, e individualidad.

Enlace relacionado: http://www.ciudadseva.com/

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